Paulo Freire
"Paulo Freire y la pedagogía del oprimido"
Henry Giroux
En la construcción de su modelo educativo, Giroux, utiliza
la sociología y psicología, pensando en el ser humano y en el contexto en el
que se desenvuelve. También es importante el desarrollo político en lo
educativo y la relación que tiene el individuo con esta. De igual forma, se
desprende la idea de “aprendizaje significativo”, como una forma de entender el
mundo y criticarlo.
Giroux desarrolla la llamada Pedagogía Crítica, teoría que
propone a través de la práctica, que los estudiantes alcanzan una conciencia
crítica dentro de su sociedad.
Algunas de las características que conforman esta teoría
son:
- · Es necesaria la formación de la autoconciencia para lograr crear un proceso de construcción de significados apoyados en las experiencias personales.
- · Está encaminada a la transformación social en beneficio de los más débiles. La educación debe considerar las desigualdades sociales existentes en el mundo globalizado, así como adquirir un compromiso con la justicia y la equidad.
- · Debe permitir a los profesores, y a la comunidad educativa en general, identificar las limitaciones y potenciar las capacidades de tal forma que éstas sean la base para la autosuperación.
Giroux retoma entre otras cosas, los principios de la
escuela de Francfort, la llamada “teoría crítica”, cuya concepción involucra
tanto a sus fundamentos teóricos (su cuerpo de pensamiento) como a la crítica
de los mismos. Un punto de partida de la teoría lo constituye la comprensión de
las relaciones que existen en la sociedad entre lo particular y el todo, entre
lo específico y lo universal.
Es importante la permanente crítica, la idea de analizar la
realidad tomando en cuenta sus posibilidades, es decir, el despliegue de la
teoría. Los principios teóricos deben servir de guía en la explicación de la
realidad, nunca convertirse en un cascaron en el que se aprisione la realidad.
Esta teoría pretende hacer cambiar la visión de los
estudiantes y de la gente en general. Trata de sacar lo superficial y menos
importante y reemplazarlo por conocimientos que tengan algo de sentido y que
hagan pensar, cuestionarse y criticar la sociedad, a todo ser humano. Parte de
la premisa de que el conocimiento es cuestionable, que aún no está acabado, que
se puede mejorar, que debe ser criticado constantemente, lo que permite tener
una actitud diferente ante la práctica educativa.
Se refiere, además, a la reflexión constante sobre la
cotidianeidad, la racionalidad que impera en el contexto social en que nos
desenvolvemos, conocer los obstáculos que nos impiden realizar una mejor tarea,
que nos haga cambiar nuestra visión y desempeño docente, de hacer negociaciones
profundas entre los actores de la educación y que transformen esta realidad
educativa.
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